Esta mañana hemos retomado de nuevo nuestro proyecto los pimientos soñando con la medicina. Como podéis ver, hemos cambiado el título del blog, en una propuesta que recoge de una manera más adecuada lo que vamos a abordar durante estos meses. En esta primera sesión nos ha dirigido nuestro investigador, José Manuel Palma, y nuestro punto de partida han sido los resultados que Nacho y su abuelo han obtenido a partir de los experimentos llevados a cabo durante el verano, y de los que queda constancia en la entrada anterior.
Como sabemos, es ampliamente conocido por los agricultores que cuando se siembran próximos pimientos dulces y picantes, estos últimos transmiten, en cierto grado, la acrimonia (picor) a los anteriores. Sin embargo, el diseño experimental de nuestro compañero y de su abuelo no ha dado los resultados que esperábamos. De nuevo nos enfrentamos a un nuevo caso misterioso relacionado con la capsaicina. La idea es intentar dar una explicación a los mismos, así como plantear un nuevo diseño experimental que nos permita averiguar cuál es la causa del cambio de sabor. Y es a partir de ahora cuando nosotros mismos tenemos que definir cuáles van a ser las directrices del proyecto.
Hemos establecido varias líneas de actuación esta mañana. La primera de ellas es investigar a través de internet, tanto en la bibliografía científica como en páginas dedicadas a horticultura, la amplitud de este fenómeno, así como las posibles explicaciones que se le dan, sin olvidar posibles metodologías a aplicar en el caso de que así se haya investigado, o las que a nosotros se nos ocurran. Otra línea es analizar con detalle es cómo se llevó a cabo el experimento en la parcela familiar, y en este caso utilizaremos los datos precisos de Nacho, para valorar posibles diferencias sobre cómo se llevaron a cabo los cultivos en otras ocasiones en las que se observó el fenómeno de "contagio" de la acrimonia. También a partir de estos datos intentaremos comprobar cómo ha evolucionado la floración y la fructificación en las distintas matas de pimientos analizadas para ver una posible influencia de estos fenómenos. Y en tercer lugar, y este es uno de los objetivos principales del proyecto, diseñaremos una nueva metodología experimental para estudiar los cambios que se producen en los pimientos. En eso consiste lo de un proyecto más allá del proyecto, en diseñar un proyecto sobre el que ya se realizó el pasado verano.
Pero aparte de esto han surgido cuestiones interesantes en nuestra sesión: ¿adquirían la acrimonia hortalizas distintas a los pimientos que se cultivaran próximas a los pimientos picantes? Es conocido que algunas de ellas, como la berenjena y los rábanos, también pueden ser picantes. ¿La acrimonia se debe sólo a la capsaicina? ¿A otra sustancia? ¿Se podrían contaminar? Hemos sabido al respecto que berenjenas, tomates, patatas... pertenecen a la misma familia botánica de los pimientos, las solanáceas. ¿Tendrá esto algo que ver? Y desde una perspectiva más profunda... ¿habrá diferencias en los genes que regulan la acrimonia, o en la expresión de los mismos, entre los pimientos dulces y los picantes?
Muchas preguntas. Demasiadas preguntas, demasiadas incógnitas. Pero esto demuestra que vamos por el buen camino. La ciencia no sería tal si, al dar una respuesta, no lo hace abriendo a la vez nuevos y apasionantes interrogantes.
Y finalmente es el momento de empezar a trabajar. Ya conocemos la dinámica del curso pasado. Este blog será el instrumento en el que compartamos nuestros resultados, nuestras cuestiones, nuestras discusiones. Y para empezar, comencemos con la búsqueda de información o con vuestras propuestas de trabajo. Ánimo, esperamos vuestros comentarios.